La mejor playa de México ha sido destruída

¿Cuáles crees que son las consecuencias cuando alguien te presta algo preciado y al final no tienes la responsabilidad ni la importancia de cuidarlo y atesorarlo? Catástrofe, Impotencia y Decepción.

Todo acto tiene una consecuencia, y esto no se puede quedar así.

LOS CULPABLES DEBEN CUMPLIR CON LA MULTA.

En la  madrugada del domingo 21 de agosto en la Playa Balandra, ubicada en BCS La Paz, la cual está denominada como la playa más hermosa en todo México, un grupo de personas paseando en un yate, el cual no debía estar ahí, se incendió, provocando una catástrofe ambiental en la zona.

Pese a que la embarcación se encontraba fuera del horario permitido en un área natural protegida, el gobernador del estado, Víctor Castro Cosío, minimizó los daños y solo señaló que los propietarios del yate se harán responsable del desastre, sin embargo, no se conoce quién es el responsable de los daños y calificó el hecho como “UN MERO ACCIDENTE”.

El problema no es tan simple, pues estamos hablando una playa que es Patrimonio de la Humanidad declarado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco), y que cada año sus aguas turquesas atraen a miles de turistas que benefician los ingresos de la entidad y habitantes de Baja California Sur.

El acceso a playa Balandra se encuentra cerrado hasta el momento y no se tiene previsto para cuándo se reabra al público, ya que personal de Profepa y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, así como la Red de Observadores Ciudadanos (ROC) se encuentran en la zona realizando labores de limpieza y restauración.

Pero ¿dónde están los responsables de esta catástrofe?

Al momento se desconoce la cifra económica que el incidente generó, así como la repercusión ambiental que se tendrá. Los responsables no están asumiendo sus consecuencias. Además de los restos quemados de la embarcación se encontraron residuos de diversos hidrocarburos, predominando el aceite y diésel, además de cantidades importantes de ceniza y hollín. 

Lo preocupante aquí son los restos de disel, ya que pueden tener efectos irreparables en la flora y fauna de la playa. Hace poco se extrajeron 10 toneladas de basura.

Aunque la Conanp y la Dirección de Balandra establecieron un protocolo para cuidar el impacto en la playa, en el que se restringe el acceso por cantidad de visitantes y horarios de estancia, esta medida no fue acatada por dueños de embarcaciones y prestadores de servicios turísticos.

Durante los últimos meses se denunció que, pese a que los horarios ya no lo permitían, las embarcaciones entraban sin distinción. Las autoridades ambientales estatales y federales no atendieron los llamados aunque asociaciones civiles y ciudadanía mostraron evidencia sobre la problemática.

Es URGENTE que las autoridades indiquen las responsabilidades y sanciones contempladas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, contra quien o quienes resulten responsables por la probable comisión de delitos contra el ambiente, incluidas autoridades en ejercicio de su función de vigilar que se respete el derecho humano a un ambiente sano.

El accidente que provocó la embarcación que navegaba en un horario no permitido ha teñido el mar y la arena de negro. La magnitud del desastre sigue sin determinarse. La información que se conoce es de procedencia ciudadana ya que las autoridades no han hecho declaraciones y al parecer no hay iniciativa de sancionar a los responsables. 

El yate continúa hundido y el derrame de diésel podría continuar.

El pasado 4 de septiembre se realizó una marcha en La Paz BCS organizada por Fridays for Future, con el objetivo de seguir posicionando el tema y exigir a las autoridades transparencia. Además se realizó un pliego petitorio en donde se exigen las siguientes demandas:

1. Cero impunidad hacia los responsables del accidente, es decir hacia Fortius.
2. Otorgar un mayor presupuesto a CONANP.
3. Sacar el yate hundido.
4. Que sea transparente el proceso de investigación y los gastos que se hacen para reparar los daños.
5. Que apliquen y refuercen los protocolos ambientales y de vigilancia en las playas y áreas naturales protegidas para que ecocidios como este no vuelvan a suceder.
6. Que ninguna Área Natural Protegida sea privatizada u objeto de proyectos que contravengan la normatividad en materia ambiental y de uso de suelo.
7. Que las autoridades reconozcan que los temas ambientales no son prioridad en sus agendas, y que generen políticas públicas en relación con el medio ambiente.
8. Que haya revisión de permisos de embarcaciones de grandes o pequeñas empresas así como de servicios turísticos locales.

 

Referencias: 

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